Se presentó el documental
“Arderá la memoria. La
historia de las Madres de
Plaza 25 de Mayo de Rosario”,
un material indispensable
para construir futuro.
En la mitología griega, el Leteo
es el río del olvido, una de las
corrientes que atravesaban el
Hades, es decir los infiernos, el
inframundo para esa antigua civilización,
el lugar al que se dirigen
las almas de los muertos. Se
lo describe como una corriente
silenciosa y oscura, y se dice que
los muertos debían beber de sus
aguas para olvidar los dolores y
placeres de la vida antes de instalarse
definitivamente en la otra
orilla, en el más allá.
El nombre de esa oscura corriente
subterránea deriva del
término griego “lethê” que significa
“olvido”, pero también
“ocultamiento”. Desde aquellos
lejanos tiempos mitológicos, el
olvido y la memoria han sido
conceptos centrales en la vida
de los pueblos, en sus historias
y en sus luchas. Y más de una
vez la memoria se erigió en una
necesaria construcción colectiva
contra la injusticia y el autoritarismo:
la memoria arde al calor
de las luchas de los pueblos y su
fulgor ilumina, aclara, y marca
un camino.
La creación poética relaciona
el ardor de la memoria con el del
amor: “Cuando arda el amor/no
estaré a tu lado,/ estaré lejos. /
Será por cobardía, /por no sufrir,
/por no reconocer que no supe /
cambiar todo esto.
/Arderá el amor; /
arderá su memoria
/hasta que
todo sea como lo
soñamos/como en
realidad pudo haber sido”, escribió
el poeta y militante argentino
Paco Urondo (1930-1976) en su
poema “Dame la mano”.
Y ya en el siglo XVII, en un
muy diferente contexto histórico
e ideológico, la memoria también
ardía junto a la pasión humana
más conmovedora. Francisco de
Quevedo (1580-1645) compuso
un soneto titulado “Amor constante
más allá de la muerte”, y
en ese texto, considerado por
Octavio Paz como uno de los
poemas de amor más bellos de
la lengua castellana, la memoria
también aparece relacionada con
el amor, y supera la desaparición
de la materialidad: más allá
del cuerpo convertido en polvo,
arde la memoria como un acto
de amor que vence las leyes del
tiempo. Para Quevedo, el amor
vence a la muerte y logra transgredir
la ley severa del infierno
y del río del olvido:
“Mas no, de
esotra parte, en la
ribera, /Dejará la
memoria, en donde
ardía: /Nadar
sabe mi llama el agua fría,/ Y
perder el respeto a ley severa”.
Los versos barrocos del poeta español
señalan que la pasión sabe
cómo cruzar las frías y oscuras
aguas del río infernal para no dejar
la memoria abandonada en la
ribera.
La eterna lucha de los pueblos
por construir memoria y vencer el
olvido ha tenido en la Argentina
una expresión contundente que
por estos días se reconoce y toma
como ejemplo en todo el mundo.
El accionar paciente de los
familiares de las víctimas de la
dictadura marcó para siempre un
camino, y en ese marco Madres y
Abuelas de Plaza de Mayo se erigen
en construcciones colectivas
ejemplares.
La lucha de las Madres de la
Plaza 25 de Mayo de Rosario
representa una parte fundamental
de esa lucha en la Argentina
y significa, además, un capítulo
indispensable en la historia de la
ciudad. La narración de aquellas
mujeres que en plena dictadura
militar salieron a buscar a sus
hijos constituye una historia dinámica,
de conflictos, un relato
en movimiento que esquiva las
estólidas efemérides y recorre
la lucha y la resistencia, actos
colectivos que muchas veces no
forman parte de las construcciones
identitarias de las sociedades.
El documental “Arderá la memoria.
La historia de las Madres
de Plaza 25 de Mayo de Rosario”
escribe una página fundamental
de la historia de esta ciudad y se
constituye en un documento histórico
y un material pedagógico
indispensable por su proyección
futura. Luego de dos años de ardua
tarea de los realizadores, el
material fue presentado primero
en la sala Luz y Fuerza y posteriormente
en el Centro Cultural
La Toma, en ambos casos a sala
llena, ante una concurrencia que
siguió la proyección con ojos
bien abiertos y humedecidos.
La película fue realizada por el
Grupo de Apoyo a las Madres y
contiene testimonios directos de
integrantes de Madres de la Plaza
25 de Mayo de Rosario, organización
que cumplió treinta años.
“El documental relata, en primera
persona, la historia de cada
una de ellas y cómo esas historias
se transforman en una lucha
colectiva que continúa hasta
hoy”, señalaron desde el Grupo
de Apoyo a las Madres en uno
de los textos del programa que
se repartió durante la presentación.
“Las ausencias son un tema
recurrente a lo largo de toda la
narración. Pero, a pesar de todo,
Página 28 Miércoles 26 de mayo de 2010
CULTURA
TESTIMONIOS DE
UNA LUCHa EJEMPLAR
Se presentó el documental
“Arderá la memoria. La
historia de las Madres de
Plaza 25 de Mayo de Rosario”,
un material indispensable
para construir futuro
Las mujeres
que vencieron
el olvido
Paco Urondo y Francisco de Quevedo,
dos poetas que interpretaron el ardor
de la memoria. Tal como han hecho las
Madres de Plaza 25 de Mayo en más de
tres décadas de lucha.
La lucha por construir
memoria y vencer el olvido
tuvo una expresión
contundente en las Madres
Las Madres lograron
convertir esas ausencias
en fuerte presencia y
motivo de lucha
las Madres lograron convertir
esas ausencias en una fuerte presencia
y en el motivo de su lucha,
constituyéndose en el sector más
activo de la resistencia contra la
dictadura”, se agrega. Y apenas
comienza la proyección, apenas
comienzan a desgranarse esas
historias de vida, queda claro
que, efectivamente, esas mujeres
lograron vencer, con amor, coraje
y militancia, la ley severa del
río del olvido. “Si un día no voy a
la plaza extraño, me siento mal”,
señala una de las Madres y su
testimonio se repite en varias de
ellas, porque estas militantes lograron
apropiarse de ese espacio
público, y lograron transformarlo,
resignificarlo, convertirlo en
un símbolo de la lucha del pueblo
de Rosario contra la dictadura.
La pantalla se puebla de rostros
ajados, de cabellos platinados
por las nieves del tiempo y
miradas profundas como abismos.
Las Madres describen una
ciudad de Rosario que es ésta y
a la vez es otra: las mismas calles,
los mismos sitios que el espectador
va a transitar al salir de
la sala. Los mismos pero otros,
porque en esos espacios, hace no
tanto tiempo, ocurrieron hechos
feroces, injusticias indignantes,
zarpazos arteros del terrorismo
de Estado.
El documental es una realización
colectiva del Grupo de Apoyo a
las Madres bajo la idea de Ileana
Alejandro, Pablo Álvarez y Jorge
Contrera, y dirección de Eugenio
Maglioca. La investigación histórica
sobre los 30 años de lucha
de las Madres rosarinas estuvo a
cargo de Giuliana Marinucci y
Marianela Scocco. “Es un sueño
que hace dos años que se echó a
nadar”, señaló Pablo Álvarez durante
la presentación de la película
en la sala Luz y Fuerza. Y
ese sueño hecho realidad conmueve,
entre otras cosas porque
contiene otros miles de sueños,
los que impulsaron a la militancia
a aquellos que hoy no están,
pero que se hicieron presentes en
la ardiente memoria, más allá de
la muerte.
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